Los Eurofighter de la Base Aérea. Autovía A2. Miguel Indurain. Extrarradio. Electricidad. Ruido. Más Ruido. Tensión. Kim Gordon. Contaminación. Sangre en las cuerdas.

Vivas, Berto, Nacho y Moreno forman Tourmalet en 2011. Son de Guadalajara y Torrejón de Ardoz y ahora dos de ellos viven en Madrid por lo que los cuatro, en general son un poco de la A-2.

En 2012 publicaron su primer Ep “Altimetry” que les dio la oportunidad de tocar en festivales como el Sonorama, el Microsonidos o el Qubo Fucking Fest en 2012 y el Festival Gigante en 2014; en diferentes salas (Nasti, Siroco, Café La Palma!, Porta Caeli-Valladolid o 12&Medio-Murcia) y de coincidir, entre otros grupos, con Disco las Palmeras!, Triángulo de Amor Bizarro o Toundra.

En 2015 graban 'Ternera Legítima', su primer LP.

Ternera Legítima es una cría de terneros sometida a un año de oscuridad, inmovilidad y con la única alimentación de la leche materna. El proceso persigue obtener la carne perfecta. “Ternera Legítima” puede ser una metáfora del sacrificio personal por la necesidad de aprobación o reconocimiento (social). Si excavas un poco más hondo, estas ocho canciones son también el resultado de un periodo autoimpuesto de oscuridad y silencio. Un tiempo necesario para profundizar, descubrir lo mejor de uno mismo y potenciarlo. Un receso para vestirte con tu piel legítima y no volver a renunciar a ella.

Hay guitarras asfixiantes (asfixiadas de distorsión), bajos profundísimos y potentes sacudidas de batería. Saturación de efectos que, cueste lo que cueste, se empeñan en trasladar al directo. Tourmalet rinden homenaje al nombre elegido en que, si de algo tiran, es de pedales (empezando por el del bombo).

Este disco está lleno de miedo, catástrofes, muerte, sangre, sufrimiento y angustia. No subyace, sin embargo un mensaje de derrotismo o frustración. Es más bien un grito de rabia, una rebelión. “Ternera Legítima” es un agujero negro por el que escapar ante la mordida de algunas emociones. Escapar para crecer, pero asumiendo que crecer, a veces, duele.